11 de desembre 2007

Ingratitud juvenil

"(...) lo que se llama, con demasiada dureza en ciertos casos, ingratitud de los hijos no es siempre tan reprochable como se cree. Es la ingratitud de la Naturaleza. La Naturaleza, ya lo hemos dicho, mira hacia adelante. La Naturaleza divide a los seres vivos en seres que vienen y seres que se van. Los seres que se van dirigen la vista hacia la sombra, y los seres que vienen la dirigen hacia la luz. De ahí el devío, que para los viejos es fatal, y para los jóvenes involuntario. Este desvío, primero insondable, aumenta lentamente como toda separación de ramas. Las ramas, sin desprenderse del tronco, se alejan. No es culpa suya. La juventud va hacia donde se halla la alegría, a las fiestas, a los parajes luminosos, a los amores; la vejez va hacia el final. No se pierden de vista, pero no existe ya un lazo tan estrecho. Los jóvenes sienten el enfriamiento de la vida; los ancianos el de la tumba. No acusemos a los jóvenes."

Los miserables. Victor Hugo

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